PRELUDIOS SIN CODA NI FINAL

Primera luna de la década

01 enero 2020

Llega en creciente 

irrumpe audaz entre niebla

granizo y nieve

marcando su territorio

estelar antes de que

el invierno la envuelva

en ese lúdico juego de

noche cerrada sin otro

sol que la nostalgia

Pasa sobre orión dejando

sus huellas de luz prestada

en un atardecer de primavera

adelantada mientras en su

travesía escritura los cielos

con fragmentos de una 

esperanza cuajada de preludios

sin coda ni final

Le he preguntado qué destino 

aguarda a ese hombre oscurecido

que hace tanto dejó de mirar

su propio horizonte

estacionado en un menguante

que define un andar sin 

rumbo ni coordenadas y me ha

dicho envuelta en las astillas

de una opaca cristalería 

que poco puede esperar 

de un tiempo inmóvil 

cincelado en las rugosas 

cavernas de un vivir destrozado

Me bebí su aura 

mastique la inmensa soledad

de una especie deshabitada

hasta de sí misma

y me columpié en el eterno

misterio de las estaciones

que cumplen un ciclo

que el hombre aún no ha 

logrado aprender

texto y foto

mery sananes