‘OFRENDA DE MÚSICA Y VIDA’
PARA TRASCENDER MENTIRAS, DISPAROS Y
MUERTES
Enyerve Mejías
Obsequiar a las generaciones venideras
el repertorio musical que ha permitido a un luchador incansable trascender
las mentiras, disparos y muertes es de un inestimable valor. Y esa es
justamente la entrega que nos hace Agustín Blanco Muñoz (ABM) en su libro:
"Ofrenda de música y vida".
CLASE MAGISTRAL Y ENTREGA MAYOR
Esta entrega se suma a dos regalos anteriores: “Así fue mi muerte”, una clase
magistral que apunta hacia un esbozo biográfico en el que cuenta la forma en
que partieron y cómo vivió la ausencia de sus antepasados y amigos entrañables.
Una experiencia que forma parte su proceso hacia el morir. Y finalmente
“Pasadizos”, entrega mayor, donde comparte las herramientas que le ha permitido
reconectar con la vida en un contexto signado por el señorío del capital, la
muerte y sus parientes cercanos.
MÚSICO AUTODIDACTA Y AUTOMOTIVADO
A diferencia de las entregas anteriores, en este caso se trata de un obsequio
proveniente - no sólo del historiador y poeta conocido- sino también de un
músico autodidacta y automotivado, dispuesto a compartir con nosotros algunas
armonías, melodías y ritmos donde abrevar en estos tiempos oscuros cuando
la estética musical carece de dialógica (busca al otro para preguntarle y
responderle) y la pornografía ha colonizado muchos de los aspectos de la
vida.
De hecho: "En los programas digitales para hacer arreglos de pistas sonoras existe un ajuste llamado In your face, «En tu cara», cuya función es
generar una impresión sonora inmediata y amplificada. Los sonidos se derraman
directamente sobre la cara, como si fueran un tratamiento facial. Por así
decirlo, el rostro se ahoga inundado de sonidos". Byung Chul Han, Capitalismo
y pulsión de muerte, editorial Herder,2022, p.117.
¿Y qué podemos esperar del atrapado?
¿Qué se incline alguna vez a escuchar a Bach, Vivaldi, Haendel, Beethoven o
Shostakovich? Y por eso, precisamente, ‘Ofrenda de música y vida’ no es una
historia de la música, sino un mensaje que busca la incorporación de la
creación musical al vivir de ‘los hombres que algún día tendrán que escuchar’. DE LA ESCUCHA A LA ACCIÓN EN DEFENSA DE LA VIDA
ABM se rebela entonces contra todo lo que suene a música del comercio y va al encuentro de
registros musicales clásicos como el barroco, el romanticismo y derivados- que
permitan explorar los misterios que están más allá de la razón y reconectar con
el Ser - el espíritu-. Pero no se trata de un acto de fuga o escapismo,
pues una vez consumado el entronque, el historiador/poeta recarga energías para
establecer pasos de acción para una historia comprometida con la defensa
de la vida, que no tenga el asesinato como valor supremo de la existencia.
Es así, como en espiral continuo, la apreciación musical debe llevarnos a la
defensa de la vida para ponerla de vuelta al escucha atenta de los pocos
de hoy y de los muchos del tiempo en que los hombres tendrán en su adentro la
partitura y oración del buen escucha que aumenta en claridad y sueños su camino
de vida.
LLAMADO A ROMPER LA SORDERA, DESPERTAR EL OÍDO PARA CONSTRUIR LA
SINFONÍA DE LA ESPERANZA
La
lista musical que nos ofrece ABM es abierta. Va desde los grandes maestros de
todos los tiempos hasta una muestra significativa de lo que se nombra como
“música popular”, todo acompañado de reflexiones poéticas sobre el arte
musical. De Mozart a Billo Frómeta, Juan Vicente Torrealba o Luís Mariano
Rivera, de Haydn y Brahms a Alfredo Sadel, Atahualpa Yupanqui o Chavela Vargas.
Se trata de una invitación, llamado o
clamor a romper la sordera, a despertar los sentidos - en este caso
el oído -que tocará alguna vez el alma-, y contribuir con
nuestros acordes a la creación de la Sinfonía de la Esperanza, partitura
de los anhelos de la sociedad que vendrá a conformar un reino de la vida
pletórico de libertad, solidaridad, compartir, entrega y amor.
Queda al lector asumir el testigo.
Cátedra 'Pío Tamayo'
IIES/FACES/UCV
Responsables: Danielita Barrolleta Bravo,
Agustín Blanco Muñoz, Mery Sananes.
caracas, 19/01/25
No hay comentarios.:
Publicar un comentario