miércoles, julio 31, 2019

JOSÉ INIESTA - CANTAR ES LA MANERA DE ENCENDER LA LUZ




CANTAR ES LA MANERA DE 
ENCENDER LA LUZ

a josé iniesta

Cómo concuerdo contigo, José, que cantar es la manera de encender la luz. Y qué hermosos poemas has seleccionado de ese libro con el cual aún tengo una deuda incumplida. Pero siento que dondequiera te lea, voy al encuentro con las mismas revelaciones. Esas que nos hacen detenernos en lo esencial que tanta banalidad cubre para que seamos incapaces de mirarnos en ellas.

Y tú tienes la virtud de hacer caso omiso de esas distracciones y detenerte, en el centro de un paraje desconocido y encontrar en él todo aquello que nos es indispensable para andar por el mundo, más allá de las cercas levantadas, las murallas visibles e invisibles, lo que realmente produce la conmoción.

Tú eres capaz con tu sola mirada de encontrar esos días donde somos de los cielos, de donde esclarece, donde la vida se ilusiona. Y de qué manera nombras esos actos humildes que nada pretenden, pero que todo nos entregan. Porque, si no fuera por la mirada de ese granado florecido ¿cómo sobreviviríamos tanta oscuridad?

Y lo dices sin rodeos: qué vastedad encierra nuestro pecho. Sólo que por lo general el hombre no abre las compuertas de ese espacio que encierra todo el vivir. Lo deja bien resguardado para no perderse en el suspiro que habrá de interrumpir la faena impuesta, el ocupar el lugar señalado por otros.

Tu desanudas esos hilos invisibles para poder alcanzar en verdad lo que somos: ese ser uno entre las cosas, allí donde el fuego del minuto se hace eterno. Qué magia la de tus versos, José.

Sí y lo reafirmas en cada poema: cantar es la manera de encender una luz. Y con ello consigues nada más y nada menos que reiterar que no hay límites para ir a saberte de tanto ir perdido a tus hallazgos. Es espacio encantado, José, que nadie te ha entregado sino que tú lo has descubierto. Ese lugar donde todo caer se te hace vuelo girando sobre el eje de la luz. En este ir a la muerte de tan vivo.

Ay José qué verso éste que reconstruye el principio y el final para que todo se reinicie, para que desaparezca la ausencia y se restablezca quien somos, para así  beber la abundancia, sentir el sol que nos ha besado, con ese gozo que niega la tristeza. 

¿Qué más pedirle a la poesía?   
texto y foto
mery sananes

 texto surgido a partir de la lectura de una 
selección de poemas elegidos por el autor recogidos 
en la revista digital 
La Libelula Vaga en julio del 2019



MADRUGADA DE MAYO
a josé mateos

La casa se despierta.
Es mayo y madrugada,
los días donde somos de los cielos.
Y has salido al jardín, y lo respiras
con voluntad de ser donde esclarece,
aquí donde la vida se ilusiona
con los actos humildes
que no pretenden nada:
contemplar el granado florecido,
la lanza del ciprés lanzada al aire,
el jazmín que presagia en el tapial
el olor de los días,
intenso y delicado.

Qué vastedad encierra nuestro pecho.
En el mismo lugar, todo es distinto.
¿Por qué me hace llorar en una esquina
esta belleza antigua
del patio amanecido,
y siento que soy yo entre las cosas,
y el fuego del minuto se hace eterno?

CANTAR LA VIDA

Es siempre posesión decir la vida,
asirme a cuanto veo con palabras.
Cantar es la manera
de encender una luz
en la cueva profunda de la carne,
la sola soledad, mi compañía.

No hay límites aquí para saberme
de tanto ir perdido a mis hallazgos,
la música doliente que me salva.
El viaje es lo real al detenerte.
El viaje es lo que queda,
y mucha luz
temblorosa en el polvo del camino.

Del aire, soy del aire, sin fronteras,
y hoy toda el alma mía va encelada
de amor en vuelo y sed,
y nada sabe.

SER LO PROFUNDO

No hay nada que nos duela
al asomarnos
después de tanto andar y los caminos.
Ya somos en la cumbre lo profundo,
y aquí todo caer se me hace vuelo
girando sobre el eje de la luz,
olvido de mí mismo en la ignorancia.

Amamos sin certezas al final.
Amamos sin preguntas,
o no amamos.
Ya ves dónde llegué, lancé la piedra
que soy,
y aún está en el aire, a sus abismos.
Arde el cielo de nubes y de pájaros.
Arde el cielo de nubes y de pájaros
con un clamor colmado de sentido
que no es ajeno a mí y es alborozo
en esta claridad del sol de mayo,
en este ir a la muerte de tan vivo.

LA SED SACIADA

Después de tanta sed
y tanta niebla,
al llegar a la fuente conocida
que mana de la roca
a su solo murmullo
y beber la abundancia
el sol nos ha besado,
con qué gozo,
tan amigo que niega la tristeza.

¿De qué nos sacia el agua y este sol?

¿A qué lugar llegamos, a qué altura,
que todo nos lo da
después de la pobreza?

MATERIALES DE ASOMBRO

¿Acaso no está en ti la noche toda,
el canto de los grillos en la noche,
y todo más se funde dentro y fuera
en la sola materia de tu asombro,
el fulgor de los astros con tu sangre,
las razones del viento
y tu escritura?

EL EJE DE LA LUZ
Editorial Renacimiento. Sevilla, 2017.



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