EL OFICIO DE SER LADRÓN DE FUEGO

 

Oficio de poeta
es ser ladrón de fuego
sin él cómo podría
avasallar las tinieblas
urdir milagros de lumbre
desde el fondo de
un pozo o derribar
una de las tantas cercas
invisibles que se
ocultan tras las sombras
 
Oficio de poeta es ser
dinamitero de palabras
apasionado investigador
de claridades
observador de lo fugaz
para descubrir el
exacto lugar donde
nacen las lágrimas
se destila el dolor
y se cuece la muerte
 
Oficio de poeta
es tener plena convicción
de que habla por la voz
silenciada del hermano
sano de conciencia y
puro de corazón
 
Jamás por los que
expropian el vivir
negocian el nacer y
determinan de antemano
la muerte de los
innumerables
 
Y por tanto merecedores
de todas las condenas
contempladas en los
libros sagrados de los
dioses los gendarmes
y sus fieles seguidores
 

Mas no hay oficio

más claro que aquel que
se ejerce desde la
profundidad de las
minas con apenas un
cincel de cuarzo y
un corazón aromado
de jacintos
 
Y desde allí trasmutar
los altos muros de piedra
en diminutos guijarros
de río ensayando la
canción colectiva del hombre
que habrá de celebrar
algún día su retorno a la
auténtica e irremplazable
condición humana

 texto y fotos
mery sananes 
12 noviembre 2021

Beethoven Kreitzer Sonata No 9

Patricia Kopatchinskaja y Fazil Say