sábado, septiembre 03, 2022

SOBRE CANTO A LAS COSAS SIN MEMORIA



ALGUNAS NOTAS SOBRE
CANTO A LAS COSAS SIN MEMORIA
DE JUAN SEBASTIÁN SÁNCHEZ

mery sananes

I


Hoy he abierto por primera vez el poemario de Juan Sebastián Sánchez, que me hiciera llegar Vytautas Subacius. Una primera lectura que nos deja con la necesidad de regresar al texto. Sin embargo, aun así, tratando de descubrir quién es Juan Sebastián y sobre qué escribe, advierte uno que estamos ante un personaje que no toma la palabra como un juego o una distracción.

Más bien hace de su oficio una forma de investigación sobre una realidad en verdad movediza e incongruente, a menos que la midamos por aquellas fuerzas que los poderes ejercen, para meternos a todos en los canales de lo permitido.

El poeta, por el contrario, sale a distinguir, a precisar lo impreciso, a adjetivar lo que es desconocido. Tal vez de allí le venga la brevedad de sus textos, con los cuales no pretende convencer a alguien, sino someterlo a su propia introspección. Y allí encontramos una fuerza muy especial en sus textos.

II

Y evidentemente no se refiere sólo al otro que mira, sino a ese que es él mismo, y su manera de acercarse a los seres, objetos, paisajes y memorias o desmemorias. “Canto a las cosas sin memoria” título su libro y ya allí determina su propuesta. ¿Entregarle memoria a lo que no lo tiene? ¿O descubrir un canto donde sólo hay una huella? Y no se trata de intentar clarificar esas preguntas, sino de encontrar en sus textos hacia dónde va y se dirige, porque el personaje es él mismo.

¿Y cómo no serlo? Si no hay memoria ¿quién irá a conjugar el canto? Y, en todo caso, y hasta ahora, no veo al poeta resolviendo contradicciones sino más bien demostrar, cautelosa y poéticamente, que de ellas estamos hechos. Y por qué tantas veces somos tan inútiles para grabar memorias con sentido y tan desvalidos para enfrentarnos a nuestros enseres sin destruirlos.

 

…buscamos la otra vida,
mas allá de las estatuas.
yorgos seferis

 

Y ese epígrafe probablemente delimita o extiende la búsqueda que el poeta ejerce en cada verso. Y el primer poema “Desaparecido” nos ubica en ese espacio en que todo lo que ocurre pasa por nosotros y que sí así no lo advertimos el pozo que nos sostiene a ras de nada podría ser en verdad mucho más profundo.

 

En la memoria
ni sustancia
ni arcilla
ni paraíso
 
solo algo de nosotros
queda visible

la duda escrita
a la intemperie
 

El poeta, si se quiere, trasgrede lo que parece real para determinar que su lenguaje se refiere a ese solo algo que queda visible: la duda escrita en la intemperie. Y sobre eso trabaja este libro.

III

 
El ciego
toma mi mano y transmite
una antigua lengua
 
No sé cómo
pero soy testigo
en sus manos
habita el alfabeto

 

Y no es poca cosa lo que expresa este poema y el mismo libro en su totalidad. La palabra es un tema recurrente, pero no la que descosemos sino esa antigua lengua que habita en las manos del ciego.

 

Es necesario transitar
la sombra
encender velas
como si el fuego
llenara abismos
como si la oscuridad
fuera la única luz

 

He aquí los opuestos para alcanzar la claridad “como si la oscuridad fuera la única luz”. Hay un mano frigal, sencillo para materias que son de alta profundidad. El poeta no da las respuestas. Interroga y deja sus líneas vitales.

 

IV

 

La pesada silueta
del Otro que fuimos
a través del tiempo
la vemos
en la distancia
como la única versión
de nosotros


De nuevo el poeta insiste en que adentrarse en la realidad real, no la que muestra el espejo, es un tarea de titanes, que él coloca como la función que debe ejercer el hombre para enfrentarse a pesada silueta del Otro que fuimos.

¨Podría recorrer la totalidad del libro para resaltar lo que se me ha hecho como lo más importante. El poeta indaga, no sustituye. El poeta afirma no impone. El poeta pregunta para que cada quien indague su propia respuesta y no las ajenas o distantes.

 

Es ésta la tierra
en que tanto profeta se ha equivocado

¿Queremos acaso más aclaratoria de lo que es el papel del poeta y el papel del lector?

V

y después
de concebir
tanto silencio
recomenzar
como único
milagro
de la palabra

Y quisiera pensar que la propuesta de Juan Sebastián es precisamente la que aquí indica: hay que recomenzar como único milagro de la palabra.

El libro está configurado con hermosos poemas, ninguno de ellos, para distraer, sino para tocar el fondo impreciso de un mar de leva. Y lo saludamos con alegría y reconocimiento.

 

mery sananes
03/09/22

 

 


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