jueves, enero 12, 2023
ESCUCHANDO A SANCHO
No se muera vuestra merced, señor mío,
sino tome mi consejo y viva muchos años,
porque la mayor locura que puede hacer
un hombre en esta vida es dejarse morir
sin más ni más, sin que nadie le mate
ni otras manos le acaben
que las de la melancolía.
Parte II Capítulo LVXXIII
En el papel
una hoja en blanco
en el corazón
un verdadero torbellino
El vacío lo seguimos
llenando de sueños
inconclusos
y el corazón desarmado
continúa empeñado
en ser huerto que aún
no florece
Qué solicitarle a este
mundo enloquecido de
muerte
Cómo detener el
naufragio permanente
de todo lo que existe
Qué hacer con las
penas que acampan
indelebles en los rostros
de los niños a quienes
les han arrebatado
toda inocencia
No somos más que
náufragos sin rescate
a orillas de un desierto
interminable
sin escudero ni escudo
sin rocinante y sin
una dulcinea haciendo
girar las aspas de los
molinos para convertir
el trigo en pan dúlcimo
Cómo deshacer entuertos
cuando la historia se ha
convertido en la cobertura
de todos los males
Cada día nos sentamos
con Sancho escuchando
decirle al Quijote
que no se canse que
regrese a sus andanzas
que no hay nada que
pueda derrotar ni su
inocencia ni su visión
del tiempo por construir
Discípulos de ambos
y extenuados de penas
seguiremos apostando
al vivir que será alguna vez
bosque de trinitarias
albergue de alegrías
territorio donde al fin
algún día se asiente
definitivamente
el amor que subterráneo
sigue aguardando
renacer
texto
mery sananes
foto / de las redes
Samuel Barber
Adagio para cuerdas
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