lunes, enero 30, 2023

¡CAPARÁ!





Había una palabra
que siempre me repetía
mi madre cada vez
que algo oscuro ocurría

Y se me quedó grabada
en el alma en cada sístole
y en cada respiración
como si al ella decirla
todo se reconstruía
o al menos nos daba
la fuerza y entereza
para recomponernos

Si se nos rompía algo
que no debíamos tocar 
ella se asomaba con una
tristeza que siempre 
la acompañó y nos decía
capará

Si ocurría un accidente
imprevisto ella repetía
su palabra capará


No había nada que ocurriera
de esos hechos y cosas
que nos asustaban y 
estremecían que no se
calmara con esa palabra
de magias capará

Y esa palabra y la apagada
melodía de su voz todo
lo sanaba
la herida que nos abríamos
al caer después de hacer
alguna tremendura

El frasco roto que contenía 
la última gota de un elixir
inalcanzable
con su palabra capará
detenía todo llanto y al
ir a refugiarnos en su
regazo la vida
volvía a sonreír




Y sin embargo había
llantos que no paraban
de tanto apretarse en
el pecho aquello que era
irreparable en el alma
y ella con su dulzura nos
sentaba a su alrededor
y su palabra capará
se extendía como un tratado
de magia el conocimiento
de un alquimista
o tal vez solo su corazón
de madre capaz de reinventarle
la vida a sus polluelos


Y crecimos
y al írsenos ella yo
me pregunté
¿con qué capará habremos
de enfrentar su fuga?
¿En qué vasija
derramaremos el llanto?

¿Cómo reconstruiremos
un mundo que se hizo
incompleto?




Y desde el vacío
o tal vez del rocío de la
montaña un canto chirulí
o la memoria de un regazo
ausente volvimos a escuchar 
en su silencio las mismas
palabras pero con una
hondura de cielos sin
estrellas 

¡Capará!
no dejen jamás escapar
esa palabra porque la
van a requerir siempre 
y yo se las he
dejado cosidas en el ángulo
izquierdo de sus angustias





Y hoy en este penúltimo
día del mes de enero
del 2023 he tenido
que tomar esa palabra
inscribírmela en los
pliegues del corazón
y admitir con temblor
que su magia no nos
ha abandonado jamás
y que nos toca ahora a 
nosotros pasarla de unos 
a otros hasta que el mundo 
sea un lugar para el vivir
de verdad

30/01/23



texto / mery sananes
imágenes / Marc Chagall


Mikis Theodorakis
Sinfonía No 1 - Adagio






2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hermosa esa palabra mágica que pueda aliviar las penas del mundo. ¡Capará!

Anónimo dijo...

Que hermoso y que mágicas pueden ser las palabras. Gracias. Rosa Santos