Para Daniel
Despertaste un abril vestido
de mieles sorprendiendo el aire
con unas pupilas que venían del mar
y te sujetaste al milagro
de las resurrecciones en el
regazo dúlcimo de tu madre
Allí derramaste tus primeras risas
con las cuales escribirías para siempre
el abecedario de tus juegos y el
aroma de tus travesuras
En el interior de tu casa primera
aprendiste a reconocer
todas las corcheas del amor
mientras descubrías que a tu lado
alguien buscaba afanoso tus gestos
y desde entonces lo ungistes
con tus cuidados primorosos
Y entre ambos dibujaron en tropel
sinfonías de amor que se propagaron
más allá de la piel en oleajes de
círculos derramados sobre horizontes
verticales de ríos profundos
Y aún no se detienen tus arpegios
para reinventar cada día la alegría
en el flanco roto que hirió
el costado de tu madre
un noviembre sin nombre
en el que se detuvo la respiración
de los árboles
Pero tu travesía está grabada
en la arquitectura de sus células
como un viaje a la estación de los
almácigos y al corazón de un
clavicordio enardecido
Allí cada gesto adquiere la
hondura de las espigas
y la certeza de las violetas que
ella bordó sobre tus rizos
Qué follaje no descubriste
con la juglaría de tus dedos
qué de alturas alcanzaste
ascendiendo por la escalera
alada de tus ojos hasta
la rosa de una estrella que
dejó su lumbre entre tus manos
Aprendiste a descifrar
ecuaciones de flor
y entablaste con los pájaros
un tiempo de infinitos
que se quebró en el plumaje
de una cardenalita inerte
Conociste el vértigo de los
tambores y la algarabía de las
cuerdas en la clave solar
de tus raíces
y te volcaste sobre el aroma de
los frutos con tu sed de aciditos
reconstruyendo el camino de
la savia hasta el interior
de la tierra
Reconociste los colores de los
que estabas hecho desde el
instante mismo en que te
detuviste en el azul de tus
abrilerías
y lo bebiste hasta azular
tus besos en la levedad
de los suspiros
Hoy se ha hecho grande
el perfil de tus travesuras
y eres capaz de detener el
curso del planeta con el
estallido de tu risa
y con el mucho que consignas
como un talismán de orfebrerías
al ala rota de la madre
que te aguarda cada día
con su aluvión de siemprevivas
y sus besos con sabor a caramelo
ms
21 de abril del 2011
1 comentario:
Qué gran poema! qué belleza desplegada! talento e ingenio, ternura y sencillez. Agradecemos en nombre de Rosina Valcárcel, desde Lima, Perú. Abrazos y salud! Chaska
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