MANIFIESTO DE LOS NO DESCUBIERTOS
Un grito y una acción creadora para enfrentar toda
empresa invasora de muerte y despojo
31 AÑOS DESPUÉS
Para continuar la discusión sobre
la condición y la conciencia
requeridas
para crear un verdadero país
Somos el viento que registra y asume el tormento del
hombre masacrado por el invasor. La señal de un tiempo que impone la
continuación de una lucha que es nuestra, como nuestra es esta tierra que
habitamos, aunque tenga por ahora otros dueños.
Somos la lanza que dibuja en el aire el arco de una
historia milenaria, la cima de la piedra que mira hacia el solsticio, el rito
de la primavera, convocando el nacimiento de la vida.
Nuestros son los sueños que se levantaron sobre este
continente con nombre de lluvia y sonoridad de cascada. Nuestro el trabajo, el
fruto y el telar.
Nuestros los caminos que conducen a las
constelaciones, en las que nuestros antepasados leyeron los signos de las
cosechas y de la vida. Nuestras, aunque arrebatadas, apropiadas y destruidas
las voces, el canto y el amor del habitante que levantó la guerra ante el
invasor.
¡Nadie descubre a Nadie! No hay sociedades cubiertas
ni descubiertas. Somos vida que se hizo río fértil y sonoro sobre estas
tierras, hasta que llegaron los asesinos con sus instrumentos de muerte a
sembrar desolación y ruina, donde antes florecían sonrisas sobre los rostros.
Desde entonces quedó planteada la querella, los
términos de un combate entre los supuestos descubridores y los No Descubiertos,
entre invasores e invadidos, entre domesticadores y quienes se han negado a ser
domesticados. Ellos son los No Descubiertos, quienes resisten, quienes no se
entregan ni dan tregua, a pesar de todas las derrotas. Quienes han guardado el
canto ritual de las consagraciones en las naves de la libertad.
Los No Descubiertos, una conciencia y una condición
diferentes. Porque somos la otra cara de la historia, la historia anónima y
colectiva que escriben los pueblos, a pesar de las minorías que los rigen y los
dominan, la historia luminosa de la resistencia, más allá de toda muerte
impuesta, toda masacre ejercida. La historia de los No Descubiertos.
Tenemos la fuerza de los ríos, el vigor de los bosques,
la templanza del maguey, la ilusión de la siempreviva y todas las lecciones que
los dioses antiguos dejaron sobre las piedras. Y nos toca hacer trabajo de
artesanía, oficio floricultor, tarea de enjambre y de panal, para reconstituir
la vida que nos fue quebrada, y recomenzar los tiempos de cosecha y los días de
maíz.
Nos toca a los No Descubiertos aglutinar la rebeldía,
sembrar caramelos de amor en las luces de los ríos y echar a andar los días de
las risas y el combate. Ellos tienen la propiedad de quinientos años de infamia
y nosotros el infinito de la vida que resucita cada día sobre la ilusión de los
hombres. Ellos tienen la autoría del crimen, nosotros la razón histórica que se
vuelve pedernal.
Ellos tienen la mordaza y nosotros el canto. Ellos tienen
su llamada cultura y su ciencia
descubiertas para domesticarnos y nosotros el mágico talismán de una palabra
hecha de alas de pájaros, de piedras de jade, que algún día emergerán de la
tierra, del viento y de las aguas, escribiendo en el corazón de los hombres las
señales de la vida que habrán de instalarse en estas tierras como bienes
colectivos.
No han bastado quinientos años para borrar los
vestigios de las ansias alfareras que se anidan en el pecho de los No
Descubiertos. No han bastado los descubridores de ayer ni los criminales de
hoy, para acallar el sueño de justicia, el anhelo de redención, la decisión de
hacer la historia que se aposenta en los pueblos.
No ha bastado ni bastará la represión, la
domesticación, la apropiación para silenciar el canto y la copla, la cuerda que
se tensa en el aire ni el repique del tambor que anuncia los tiempos nuevos. Ni
la cruzada evangelizadora de ayer, ni los propósitos de los descubridores de
hoy, logran borrar las huellas del hombre de estas tierras de la faz de este
continente usurpado.
Tenemos sólo la piedra y el canto frente a las armas
de fuego y el poder de las minorías. Pero somos los más. Y somos muchos y somos
fuertes y somos recios.
Y llevamos grabadas en el corazón las antiguas y
nuevas invocaciones, estirpe jirajara, goajira, pemón, arahuaca, caribe o
timotocuica, las lecciones de los gayones, los guaiqueríes o los yupkas, el
horizonte de los tepuyes, el sol de las tierras llanas, y el canto de neblinas
que se posa sobre los páramos. Tenemos el relámpago, el fogón aún sin encender,
la leña aguardando su tiempo de fuego, los sueños recogidos en un haz.
Proponemos un deslinde necesario y asumimos un
compromiso ineludible: el del cambio que nos lleve a hacer causa común con
quienes reclaman hoy los mismos derechos que disfrutan los llamados
descubridores-invasores. No podemos ni nos acordaremos nunca con los
conquistadores y colonizadores actuales, que propician el reparto desigual, la
injusticia, la muerte y la autodestrucción.
No transigimos con la mentira, la trampa ideológica,
la demagogia, el fraude histórico, las razones de los ‘descubiertos’.
Buscamos las raíces para encontrar la verdad y la
historia que corresponde a los pueblos, a sus luchas, sus combates, sus
derrotas, para convertirlas en victorias.
Vamos más allá
de las mentiras oficiales para advertir la inmensidad de la destrucción y la
infinita posibilidad que tienen los pueblos de levantarse sobre los reveses, en
sus anhelos de ser alfareros y constructores de un tiempo distinto. De ser
cantores del porvenir.
El cuestionamiento que adelantan los No Descubiertos
va a ritmo de escalada, o a nivel subterráneo, convocando rebeldías inéditas,
llamando a la organización de los poderes creadores. Empresa paciente y
silenciosa, que a pesar de los obstáculos, va abriendo cauce y brecha en la
historia descubierta.
De allí la fuerza inagotable, presente en cada
insurrección contenida, en la decisión de los pueblos por conservar su estirpe
verdadera de flor y canto para convocar, en esta hora de los No Descubiertos, a
la creación de una sociedad de justicia, belleza y amor, que sea la base del
país que estamos obligados a construir.
Cátedra “Pío Tamayo”
Centro de Estudios de Historia Actual
Universidad Central de Venezuela
Octubre 1992
NADIE DESCUBRE A NADIE
Este Manifiesto
fue escrito en 1992, cuando el mundo celebraba lo que se ha llamado el “Descubrimiento
de América, Encuentro entre Dos Mundos.
Día de la Hispanidad”. Posteriormente el régimen vigente habló de ‘Día de la
Resistencia Indígena’.
Y ante estas
maneras tradicionales de mantener los viejos y gastados señalamientos impuestos
por los invasores, levantamos la voz disidente para manifestar que no aceptamos
la condición de Descubiertos ni Encontrados ni nada parecido.
En el orden
histórico No hay sociedades cubiertas ni
descubiertas. Sólo hay sociedades. Y Nadie descubre a Nadie.
¿Y QUIÉN
DESCUBRIÓ A EUROPA O A ASIA?
Imposible
admitir la tesis de que América es el único continente descubierto en la historia
de la humanidad. ¿Quién descubrió a Europa, Africa o a Asia? ¿Quién descubrió a
España?
¿Y es acaso
posible cambiar el supuesto descubierto por encontrado? ¿Cómo es eso de que somos hispanos,
derivados del invasor hispano?
¿Y cómo es eso
de que se tome la manifestación de ‘resistencia indígena’ por encima del
proceso total que es la invasión violenta y destructora? Lo fundamental es la
existencia de una acción invasora a la que hace frente el hombre originario,
tal y como recoge la tesis de los No Descubiertos, cuyas ideas madres se
recogen en El Manifiesto de los No Descubiertos.
SENTIDO Y
CONTENIDO DISIDENTE
DE LOS NO
DESCUBIERTOS
Este Movimiento
data de los años iniciales de la década de los ochenta y sus ideas se fueron forjando en el proceso de
investigación que iniciamos en la década
de los sesenta. Se constituyó de este modo la señal de la Disidencia capaz de enfrentar la
historia impuesta, narrada, recogida e interpretada desde el punto de vista del
invasor de entonces y de ahora.
Y no se se trata sólo de un movimiento historiográfico
cuya sede se encuentra en los Archivos de Indias. Es una expresión abierta y
directa de Historia Actual. Es la expresión de una conciencia y una condición
distintas para comprender el proceso impuesto a este subcontinente, que al ser
supuestamente ‘descubierto’ se le impuso una condición de inferioridad que aún
conserva y utiliza como instrumento de dominación.
HACIA UN
DESLINDE NECESARIO
Ser No
Descubiertos quiere decir entonces marcar un deslinde con la historia de los
otros para los otros, y el reclamo de la organización y la conciencia necesarias
para construir una historia que rompa
con los binomios descubridor-descubierto, civilizador-bárbaro, colonizador-colonizado,
republicanizador-republicanizado, tirano-tiranizado-
democratizador-democratizado, desarrollado-subdesarrollado, revolucionario-revolucionado.
El mismo
esquema que impone una historia regida por seres superiores aquí se abrogan la
capacidad de decidir la vida de millones de seres humanos que conservan, 520 años
después, las mismas condiciones de sobrevivencia, atropello y dolor, carencias
y vicisitudes.
No se trata de un
movimiento indigenista o algo parecido. No distinguimos en las luchas
necesarias e indispensables entre ninguna forma de vida. Somos subyugadores o subyugados.
Sepultureros o sepultados. Asesinos, agentes de asesinos o asesinados. Negociadores
o negociados. Represores o reprimidos.Y ese es el único y necesario deslinde.
VIVIMOS LA ERA
DE MAYOR DOMESTICACIÓN QUE
CONOZCA ESTE
EXPAÍS
Este Manifiesto
tiene plena vigencia hoy en este expaís del 2012. Y ojalá sirva para convocar a
la conciencia y organización necesarias para el combate pacífico, con ideas nuevas, ciencia y política
nuevas, que son indispensables para detener la actual estructura que se
autodenomina revolucionaria, que ha impuesto la mayor domesticación que conozca
este expaís.
Hace 20 años
este Manifiesto fue nuestro grito de inconformidad y punto de confrontación con
la historia impuesta. Hoy seguimos en esta posición. En aquellas horas y en el
lapso que va desde el 12 de Octubre de 1991 a la misma fecha del 92, se sumaron
a esta acción voces creadoras
encabezadas por Luis Mariano Rivera con su grupo Canchunchú Florido, Guillermo
de León Calles con su poesía de entrega y desafío, Otilio Galindo con su Son de los No Descubiertos.
EN EL AULA MAGNA
EN 1992
TOMÓ VUELO EL SON DE LOS NO DESCUBIERTOS
En el Aula
Magna de la UCV aquel 12 de Octubre de 1992
abrió vuelo ese son de los otros, de los que no admiten ser descubiertos. Retumbó la voz oscura y
compromiso de César Liendo.
PRIMER CONGRESO
INTERNACIONAL DE LOS ND
El Primer Congreso Continental de los No Descubiertos
fue instalado en la Universidad del Zulia el 05 de Octubre de 1992, con
participación de ponentes nacionales e internacionales. La lección inaugural
estuvo a cargo de Agustín Blanco Muñoz. El evento se desarrollo hasta el
11/10/92.
QUINIENTOS AÑOS
DESPUÉS... AÚN LA VIDA!
El 12 de Octubre
la actividad continuó en Caracas con la Marcha de los No Descubiertos desde la
UCV hasta el centro y luego con la presentación en el Aula Magna del
audiovisual en vivo titulado: Quinientos
Años Después… Aún La Vida!!!
En este acto
participaron Guillermo de León Calles, César Liendo, Rafael Lemus, Julieta
Seijas, Gregorio Yépez, Nino Herrera, Hanoi, Yadira Pirela, Grupos Chochón, José
Flores, ‘Patria Buena’, Geea, La Playa.
EL LIBRO DE LOS
NO DESCUBIERTOS
PRESENTACIÓN A
CARGO DE LUIS MARIANO RIVERA
Allí se presentó
El Libro de los No Descubiertos que
recogió una buena parte de las ponencias presentadas en las sucesivas Reuniones
Preparatorias a este Congreso, desarrolladas desde 1987 a 1992.
PRIMER CONGRESO
CONTINENTAL DEL
PENSAMIENTO DE
LOS ND
El Primer Congreso Continental del Pensamiento
de los No Descubiertos se instala y desarrolla en Ciudad Bolívar el 24 de
Noviembre de 1992 y se clausura en la UCV el 30 de Noviembre de 1992.
VEINTE AÑOS
DESPUÉS LA CONVOCATORIA ES LA MISMA
Veinte años
después todos estos materiales tienen plena vigencia. Y el Movimiento de los No
Descubiertos se constituye en la disidencia necesaria en esta hora en la cual
este expaís, este continente y este planeta, está en manos de los descubridores
y los domesticadores, los represores y los invasores.
VAYAMOS HACIA UNA HISTORIA
SIN
DESCUBRIDORES NI OPRESORES
Indispensable,
como lo dijimos entonces, convocar a un nuevo pensamiento, a una ciencia y un
arte nuevo, como pedía Pio Tamayo, capaz de aprehender esta confusa, oscura y
compleja realidad en la que se encuentro este mundo, y comenzar creadoramente a
buscar salidas, respuestas, acciones colectivas conscientes y organizadas,
profundamente pacíficas, hasta alcanzar un estadio en el cual sea la vida la
que se exprese y no la muerte, en el quehacer histórico y en la propia y
porvenir de cada individuo.
12 de octubre del 2012.
Publicado en octubre del 2012
1 comentario:
Un libro necesario, aire libre para respirar aquí y allá, letras que vuelan y se posan en las ramas. Letras, palabras que bajan hasta las mismas raíces de la tierra.
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