/11/05/2014
martes, mayo 13, 2014
PIEDRAS DE ENTREGA
PIEDRAS DE ENTREGA
Una muralla de sonidos azules y una manera de mirar
sin decirnos adioses ni hacer del olvido una pasión
Era la hora de estar en la misma espera para celebrar
la paciencia sábila de los tiempos enardecidos
Ni entonces ni ahora hizo posada de lamento en nuestras manos el paso herido que llevamos al devenir de baúles de entregas y risas
Los compases sin delirios siguieron en nuestras
gargantas en afán de marcar el destino hacia días sin luces ni luciérnagas para cruces que nunca más serán
esperadas
Y cincuenta años después todo se hizo cosecha permanente de higos y dioses en el reclamo de oraciones que
provienen de las marcas dejadas por los golpes del tiempo
Así transitamos sobre el perfil de un hilo que se
vuelve nido en los andares de dalias que veneran la conjunción de la permanencia
Todo se hizo altar de instantes capaces de llenarnos del confite de atardeceres que no se apagaban con el mundo marcado por sus disparos contra los bríos de todo constructor de cantares
Y en ese devenir están los peregrinos de un cuatro de marzo que comenzó a juntar
caujaros y papagayos en las bendiciones de abuelas que se identifican
con las piedras
de sal amores y entregas
Agustín Blanco Muñoz
/11/05/2014
/11/05/2014
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ABM Decires
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2 comentarios:
Aun así, "transitamos sobre el perfil de un hilo" por más que le demos a su fragilidad un sentido hermoso y cercano a la belleza...
A una imagen común, el autor le da un impecable tratamiento: piedra de sal, amor, entrega, predio de ilusiones. Conmovedor. Profundo.
Iris Guevara
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