martes, mayo 06, 2014
TUS RESONANCIAS DE CELLO
para ana dolores
Mis niños me entregaron ayer este ramillete de flores. Son las primeras que
abren en el jardín, en una primavera que apenas comienza. Me dijeron que hablaron
con cada una de las plantas para pedirles permiso. Y que ellas estaban alegres de que las
recogieran para traérmelas.
Yo las
tomé prestadas. Y las fotografié para que pudiesen iluminar los días sin color,
y aromar el corazón aunque estuviese triste. Y una se la envié a un afecto común,
porque en este día cumple estaciones de una vida que no se puede medir por
tiempo sino por amores. Y tú eres uno de ellos. Uno de esos que se quedan
sembrados para siempre en los suspiros que nacen en la caja torácica del alma.
Y ahora te la estoy enviando a ti, India. Porque ellas, en su resplandor y su luz,
son un espejo tuyo, de tu sonrisa y tu fortaleza, tu calor y tu entrega. Y en
ese huerto que entre tú y Zaira, la maga, han regado con todas las lágrimas del
universo, para que las nostalgias se hiciesen florerías en los piquitos de los
colibríes resucitados, sé que se derramarán como una enredadera por tus
ventanales, tu piel y tu esencia de jade.
Y
multiplicarán esa risa tuya que tiene resonancias de cello y que queda vibrando
en el aire aún después de que se acalla en las vasijas de tus manos. Y en ella navegaremos para que nada
perturbe los días vividos y la certeza de que todo queda inscrito en el ADN del
universo, como estrellas fugaces jugando a alcanzar la pupila de un niño de pan
y de nube.
Muuuucho,
muuuuuuucho!
mery sananes
05 de mayo del 2014
Etiquetas:
MS - El Libro de la India
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