martes, julio 07, 2020
LA VIDA SIEMPRE PRODUCE MILAGROS
CARTA A GEORGE HENRIQUE
Mi Chirri
Veintidós
añitos y tu padre te sigue mirando desde las verdes colinas de Boconó. Sabe que
has regresado a casa y que te acompaña una hermosa y dulce compañera y una
hijitiva que llena los días de alborozo y alegrías. También que has asumido tus
compromisos en un tiempo particularmente difícil, como el que sigue viviendo nuestro
expaís, donde todo está por hacerse desde una nada que se ha convertido en un verdadero
caos.
Las circunstancias
límites pueden o no convertirse en verdaderos alicientes para un vivir con
sentido y significados mayores. Y tú
vienes de una arcilla prodigiosa. Y con ella deberás moldear estos tiempos, más
allá de sus cercas, sus trampas, sus carencias y su oscuridad.
Tu padre dejo
en ti sembrada una luz interior, con la cual el mismo le tocó sobrevivir sus más
duros y tormentosos instantes, que fueron muchos. Salía de ellos siempre renovado,
con alguna esperanza guardada en el ojal de su camisa y fiel a su código de deberes.
Se nos fue cuando menos lo esperábamos, surcando el aire en un solo aluvión sin
sístole ni respiración. Llevaba un canto, a veces silencioso, a veces sonoro,
que nos entregaba como un remedio casero a la nostalgia, la melancolía y la
tristeza.
Vienes de una
madre que se confabula tanto con los huertos prodigadores de nutrientes, como
de los inmensos camiones que se podían desplazar de un pueblo a otro,
ofreciendo un fuego que no quema. Provisto de una fortaleza a toda prueba, te
enseñó las líneas rectas, las ecuaciones del amor, los teoremas del deber
cumplido. Sin jamás perder su sonrisa y su ilimitada capacidad para sobrellevar
y vencer todo obstáculo.
Con una
escuela como esa, mi Chirri del alma, tienes un instrumental en el que
encontrarás, sin que jamás te falte, herramientas para estos tiempos imposibles
de describir. Y en ellos debes sembrar todas tus capacidades e inventar las que
tendrás que construir.
Siempre debe
sobrevivir el trabajo paciente sobre la impaciencia y el desespero. El
compromiso contigo mismo y con los tuyos. No es poca cosa traer a este mundo un
hijo. Y ahora tienes el doble compromiso de ejercer lo aprendido para que
puedas ser el mejor maestro para tu compañera y tu hija. Pero al hacerlo, aun en
medio de las crecientes dificultades, uno hace suyo la alegría mayor que reside
en la certidumbre de cumplir con quienes somos y con lo que queremos dejar a
los que nos siguen.
La vida
siempre produce milagros cuando uno la toma en serio, cuando uno advierte la inmensidad
de posibilidades que nos ofrece aun en los días más menguados. Hoy nos toca ser
artífices de luz en medio de oscuras sombras. Y al lograrlo crecerás
exponencialmente dejando huellas de siembra sobre tierras áridas. No olvides
eso jamás.
En este nuevo cumplevida
te reitero mi quererte. En ti siempre he de ver al hermano que sello en ti sus
mejores dones. Hoy asumes esa responsabilidad con tu pequeña Ariela, con Iris
tu compañera, con tu madre, ese bajel capaz de navegar todas las tempestades
con tal de llevar a orilla cierta a los suyos.
Y de ti
aguardo la tenacidad de tu padre, la fortaleza de tu madre, pero por sobre
todo, lo que viene directo de ti, de un corazón que conozco desde sus primeros
latidos y que lleva inserto esa bellísima sonrisa con la que enfrentas el
mundo. Mis deseos en este día, es que no la pierdas jamás. Sin nunca olvidar la
disciplina, la organización, el empeño sostenido aún sobre las pequeñas o
grandes derrotas que nos depara constantemente un vivir signado por el
desvivir.
Las alegrías
más inmensas vienen en los gestos más pequeños. El sentido de la vida nunca
está en la meta que se alcanza o no, sino en su recorrido permanente, armados
de azadón y esperanza, para hacer de cada tiempo, de cada día, el milagro del día
vivido en plenitud y en concordancia con quienes somos.
En ti confía
tu padre, quien me ha pedido, a través de esas conversas que sostenemos a menudo,
que te escribiera esta carta en su
nombre, para que nunca olvides que desde donde está siempre va contigo.
Muucho, mucho,
tu tía mery.
07 julio 2020
Etiquetas:
MS Cartas
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