sábado, julio 25, 2020

TRAVESÍA SIN AZULES VII EL RETORNO



TRAVESÍA SIN AZULES
a René Rodríguez Soriano
siete poemás en tiempos de reclusión

Te nombro desde
la densidad de una nube
o te invento trizando
el abecedario de los
bosques sé que desde
ambos vértices habré
de encontrarte

Y celebro así el instante
que va siendo
sin los guiños que este
itinerario sin amparo
nos deja en los pasadizos
de la tristeza desenvolviendo
el fulgor de una piedra
imantada a la alegría que
aún habrá que extraerle
a los días por venir



Luna creciente del 24 julio 2020


VII  EL RETORNO
el regreso al azul


Asomarse de nuevo a la noche
seguirle el rastro a las estrellas
en busca de una luna creciente o
de una constelación dibujándole
al cielo su certera alineación
es regresar a nuestros predios
aquellos en los que uno borda
sueños inconclusos para poder
enfrentar los días apresados
en el redil de los otros

Y verticales uno vuelve a
juntarse con la hoja en travesía
hacia su tiempo de hibernar
y a regocijarse con los cristales
de agua dibujándole filigranas
al corazón de las flores

Más allá el tiempo del hombre
sigue atropellando su propia
condición



texto y fotos
mery sananes



Estos siete poemas, cuyo título general es Travesía sin azules, fueron escritos durante el tiempo de hospitalización y terapia cumplido para tratar un accidente. Están dedicados René Rdríguez Soriano, quien vio en ellos un material para ser compartido.

Tenían y tienen como finalidad dejar constancia de un proceso que permitía vincular directamente un accidente particular con la verdadera tragedia de un mundo en plena devastación y desafuero. 

Y advertir que la relación entre lo minúsculo y lo gigante es una tarea que deberíamos aplicar constantemente a todo el entorno del mundo en el que desvivimos, como solitarios transeúntes de un horror que no logramos detener. 




Domenico Zipoli
Adagio para flauta y violoncello


1 comentario:

PeBoRe dijo...

Absolutamente maravilloso, querida amiga. Me deja un sabor a cercanía dulce, a abrazos curativos, a corazón abierto sin fronteras.
Ojalá, como bien dices, el mundo pudiera reponerse de tantas fracturas. Un dilema que, entre todos, podríamos resolver.

Un abrazo enorme.