sábado, septiembre 30, 2023
ANABELA ALCANZA SUS QUINCE MESES
Anabela a la velocidad
de un meteoro dirigido
a sembrar surcos en los
territorios del vivir
crece cada segundo en
querer capturar el universo
en el que nació
sin recordar su abrupta
llegada a un tiempo
aún por reinventar
Cada día una nueva chispita
de luz se despliega en su
interior y hace crecer
su ilimitada imaginación
para beberse todo lo
que mira descubre y crea
a su alrededor
Como toda chispita
es una espora que crece
y desarrolla el ejercicio
de develar misterios
y cultivar el asombro
de cada día como un
milagro que hace
suyo y devuelve en la
cristalina resonancia
de su canto
De su abecedario de viento
ha creado un sin fin de
palabras a las que les
atribuye una melodía
por inventar cuando de
pronto las deja salir
como un aguacerito
de rocío y aguamiel
Anabela ha descubierto
que el piso donde reside
se ubica en el piso cuatro
y nos los indica cada vez
que viaja desde sus espacios
a los territorios del sol y la
lluvia
Chispita reconoce y
entrega la palabra gracias
que acompaña con una
sonrisa de no acabar
y alza sus manitos al
cielo para encaramarse
en el sagrado territorio
de los abrazos
Sabe dar cariñitos como
los que ella recibe
dejando en el aire
un mar de suspiros
envuelve la lluvia
en sus párpados
y nace una fiesta
de agua florecida en el
interior sus ojos
Cada día se multiplica
su alfabeto de amor
y a cada uno le otorga
su propia desmesura
al esparcirlo con señales
de algarabías y susurros
con sabor a gajitos de
mandarina
Ya ha aprendido a
replicar melodías
con la dulzura de
su voz y busca
aprender a silbar
sin otro instrumento
que sus dienticos
salientes
Por primera vez se
ha sentado en un carrito
de automercado paseando
sus deditos por la piel
de los frutos
De pronto descubrió
las escaleras y comenzó
a subir por ellas y nosotros
a atajar la velocidad
con las que quiere
descenderlas
A chispita le gusta ir descalza
sobre la hierba y jugar
con las hormigas mientras
ataja entre sus dedos la
flor que brota de su espesura
Ha descubierto la
magia de los árboles
y reconoce su abecedario
tan parecido al de ella
No hay guau guau que
aparezca que ella no descubra
y busque como expresarle
su amor ni trino de pájaro
en el que no se detenga
a escuchar
Ha comenzado a definir
el sentido de la distancia
entre la cuna donde duerme
y el corralito de sus juguetes
y ya sabe impulsar sus
movimientos hasta aparear
ambos y extenderse a
Nos desarma con sus ojos
de un tono indescriptible
en la hondura de su mirar
mientras deja las huellas
indelebles de un pozo de
inmensidades
Reconoce sus dos manitas
y los diez deditos que ella
agita con la sonoridad
de un tamborín
Y a través de ellas
ha aprendido a contar
las gotas de lluvia
y a recojer las migas
que se derraman cuando
saborea el dulzor
de la manzana y los
trocitos de brocoli y
aguacate que pintan de
verde el manjar de los
mágicos bollitos con
los que se alimenta
Se detiene en su cochecito
a escuchar el trino de
los pájaros y la algarabía
de sus vuelos
Y otro hermoso regalo
recibió Anabela
a principio de este mes
de septiembre
y fue la presencia en su
vida de tres hermanos
Isaac Daniel y Miguel
quienes de inmediato
las rodearon de un
amor infinito
sin silenciar a Duke
y quedaron sellados
lazos para siempre
Cuánto ha aprendido
nuestra Anabela
en apenas el transcurso
de treinta días y cuanto
hemos encontrado en ese
pozo de dulzura que
derrama su risa
las bendiciones del universo
bordadas en el amor
que le sembramos
cada día
25 de septiembre del 2023
Etiquetas:
El Libro de Anabela
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