foto y texto
mery sananes
escrito en el 2009
EMBUSTERÍAS SON LAS IMÁGENES DEL VIVIR QUE ANIDAN EN LAS PUPILAS DE UN NIÑO. EN ELLAS ESTÁ SEMBRADO EL PORVENIR.
Life of flowers from VOROBYOFF PRODUCTION on Vimeo.
Un cronopio encuentra una flor solitaria en medio de los campos. Primero la va a arrancar, pero piensa que es una crueldad inútil y se pone de rodillas a su lado y juega alegremente con la flor, a saber: le acaricia los pétalos, la sopla para que baile, zumba como una abeja, huele su perfume y finalmente se acuesta debajo de la flor y se duerme envuelto en una gran paz. La flor piensa: “es como una flor”.
Julio Cortázar / Historia de cronopios y famas
En 1998 comenzó Terenzio a publicar estas gotas diarias y a esparcirlas por el planeta, en la certidumbre de que algún día arroparán toda tristeza y disiparán las penas que le roban la risa a los niños.
Nosotros, desde nuestras Embusterías, también creemos en ese sueño y en ese propósito y traemos a Terenzio a estos recintos para que no se detenga nunca su cosecha de amor.
3 comentarios:
Cuán conmovedoras palabras, Mery!
No hay quien sino un amanecer. Que nos baste retoñar en la hierba que reencarna en la tierra enamorada, en el polen que se disuelve en el aire y vuelve al seno materno de la noche primordial…
Luis Alejandro Contreras
Los alimentos del espíritu.
Beatríz Piñeiro Varela
Con placer y orgullo os comparto el siguiente poema “Un tiempo bordado al detal”: de la poeta, Mery Sananes de Venezuela.
Poema que, en estos tiempos de pandemia, de confinamientos y de conjeturas, su lectura resulta tan impactante como esos poemas cuyo lenguaje es una espada envuelta en meteoros!…
“Un tiempo bordado al letal” tiene un canto, que del principio al final, es a la vez una toma de conciencia y un grito lírico de ajenjo y de barreno para todos los tiempos, en especial para este flagelado año del 2020. Es mas, este poema se puede leer como la faena con que la poesia, a través de palabras anhela tejer un vestido sin costuras para tanta herida que palpita en todo el mundo de los Manifiesto.
Lo lírico se deshoja de una manera impactante, tanto en lo que dice como en lo que deja insinuado…y en este punto o ‘detal’-de lo que deja insinuado-, comulga y se hace partícipe de la gran poesía que es la flor de evocación.
Este poema cuyas primeras ocho estrofas se abren con un “Quién,”
( It is like a rose bristling with Spears” es como un rosa sitiada de lanzas.
Esa rosa, flor de evocación, nos pide, que le ayudemos a encontrar una respuesta. Nótese cómo el texto es como un palimpsesto antiguo, donde el lenguaje en su mismidad de imágenes, pareciera como borrarse…como desaparecer para darnos una nueva forma o visión… Nótese también cómo en las preguntas, no hay signos de interrogación, ni al principio y menos al final de cada pregunta, porque cada estrofa en vez de ser un tajante interrogatorio, es un texto que se deshoja como en plegarias…
Baste citar los siguientes versos: “Quién extenderá el ala de las manos/ para convocar el canto de los pájaros./”“Quién recogerá el cántaro de lágrimas/ vertidas como una plegaria sobre el pasadizo de los sueños./”Sí, “Un tiempo bordado al detal” está escrito con un tacto poético admirable porque las palabras se deslizan con los pasos de un perfume…Pasos elusivos pero que dejan hondas e imborrables huellas.
Las preguntas en las estrofas, al carecer de signos de interrogación quedan abiertas,… y una vez leídas, más pareciera que un velo ha caído, que el párpado se ha cerrado para envolver con ternuras lo que el ojo ha visto en atisbos…
“Un tiempo bordado al detal” tiene el salitre de la mar en donde las olas, (o sea, lo que se dice y lo insinuado) se desposan como tempestuosas gaviotas:…”Quién restituirá los crescendos que/ se acallaron ante la tempestad/ de los abismos y la fragilidad del hielo/ “Quién ocupará el sitial de los pormenores/ exiliados del oficio de las imaginerías/“
Cada una de esas estrofas que se abren con un “quién” nos invita a un viaje, (to make a journey toward consciousness). Pero esa invitación está tejida en un lenguaje que me trae a la memoria las olvidadas alas de la fiebre con que uno como yo va a escuchar la antigua canción de una herrería…
Mi admiración, a esta gran poeta, Mery Sananes, de Venezuela.
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