Mi
queridisima Raiza
Desde que comenzaste hasta que concluiste no he hecho otra cosa que llorar. Un llanto silencioso, hacia adentro, hacia esos territorios que Pedro y tú han tocado de una manera extraordinaria. Todas tus palabras y las de Pedro –más aún las de él- constituyen la mejor clase de filosofía, de amor, de sabiduría que haya escuchado.
El diálogo entre tú y Pedro desmienten el olvido, rescatan las verdades más hermosas que es capaz de contener el corazón humano, aun cuando la ciencia médica la califique con algún nombre altisonante. Y tu Raiza convocas ese extraordinario dialogo con tus silencios, mientras Pedro derrama todo su interior para devolverte todo aquello que podrías haber creído en un instante un olvido. Y ay! Raiza! qué papel tan íntegro, total, desbordante ocupa aquí la palabra amor y el hacer amoroso.
Qué maravilloso sería que ese diálogo gigante entre Pedro y tú pudiera estar al alcance de tantos que se sienten perdidos en su propio interior. Lo que Pedro y tú nos han dejado es una verdadera clase magistral. Una enseñanza que no está en los libros y mucho menos en los divanes de los expertos. Tú dijiste una palabra y en Pedro se hizo un río camino hacia el mar de todas las palabras contenidas en tu interior.
Y mientras todo eso ocurría Pedro en sus adentros escribía sus mejores poemas. Mientras tú lo mirabas él te miraba desde adentro. Y cuánto estaría esperando esa explosión tuya para él devolverte todas las respuestas.
RETORNO A MÍ MISMO
A la Nona…
Un día
decidí partir
y recorrerme
hasta el final.
Lo hice
sin temor.
Miré mi sombra
en el camino.
Me aproximé
al que seré
sin comprender
su idioma.
Era
mi propio Yo
y, a su vez,
un gran desconocido.
Al retornar
a mi hoy
era otro,
idéntico
a mí mismo,
pero con el alma
trastocada.
Pedro parayma
Mérida, octubre 2018
EL QUE YO SOY
De tanto resplandecer
se me fueron gastando
las imágenes
De tanto andar
se me fueron gastando
las huellas
De tanto mirar
se me fueron gastando
los ojos
Fue así
como desaparecí
de mi presencia
y me hice mi sombra
Por eso
ahora me recorro
sin poder retornar
al que yo era
pedro parayma
septiembre 2017
Todas las preguntas y respuestas están contenidas en
esos versos. Se anticipó, comprendió y comenzó a ejercer sus nuevas virtudes
con una exactitud abismal, con una condición superior. Y tú, Raiza, lo
entendiste desde sus propios inicios. Y no te encerraste en ti misma. Te
convertiste en una feroz exploradora de la memoria, mientras hacías del olvido,
un ejercicio propio de quienes en verdad nunca ha grabado sus memorias, en ese
camino que va y viene del corazón a la mente.
Quisiera abrazarlos a ambos con todo el amor contenido, desde esa Zaira pequeñita a esta Raiza hija eterna del amor, que tanta huella nos deja cada día. Sentí que la tenía a mi lado mientras te escuchaba y escuchaba a Pedro en tus palabras. Una amalgama que jamás se ha debilitado. Un amor creciente que jamás se ha de convertir en olvido. Un regalo inmenso que nos entregas Raiza. Y ojalá pueda volar hacia todas las almas y todos los corazones que lo necesitan. Mucho mucho,
16/abril/2023
1 comentario:
Me honra tu regalo. Palabras profundas y publicación en tu web es algo inesperado. Agradecida y conmovida. Bendiciones
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