UNA CÓMPLICE ALUMBRERÍA
jueves, mayo 30, 2013
TRILOGÍA DE MAYO - III UNA CÓMPLICE ALUMBRERÍA
III
UNA CÓMPLICE ALUMBRERÍA
UNA CÓMPLICE ALUMBRERÍA
al chipili
Toda
distancia rezuma tu paso
sobre mis
ausencias
la memoria
está estampada
en cada
espacio de tu asombro
y en el
silencio con el que te
detenías a
mirar la mañana
por el
vitral de mis imaginerías
Deletreaba
con mis cánticos
tus
primeros susurros y sobre
el tejido
de mis angustias
recostabas
tu desvelo hasta que
la
fantasía de un hilo sin fin
acallaba
tus rumores
Entre tus
manos y las mías
las flores
hacían un vergel
Ví crecer
tus ojos desmesuradamente
cuando
alcanzaste por primera vez
los recintos
del bosque y desde entonces
habitaste
en los acordes de un columpio
en la
vasija de los peces en la
circunvalación
del agua cuando recibía
la ofrenda
de tus guijarros y te devolvía
el compás
de sus fulguraciones
No hubo
lugar que tu deslumbramiento
no alcanzara
ni preguntas que no
desplegaras
mientras recorrías
los campos
de maíz los viejos silos
abandonados
las líneas rectas
de van
gogh y el aluvión de sus
girasoles
En tu
garganta anidaban todos los
cantos que
te enseñaba tu madre
y con tus
dedos jamás te cansaste
de
tamborilear los latidos más
profundos de
la música
Sobre las
veredas del piano dejabas
siempre
correr tus amoricordios
como si
estuvieras escalando las
ramas más altas
de tus sueños
aprendiste
a escuchar más que a
leer para
que la música se adhiriera
a tus
adentros como un sagrado talismán
Hasta que
un día te expropiaron
te
arrancaron de cuajo de tus predios
y a cambio
te ofrecieron un designio
divino que
jamás existió
Y se
prendió de ti el desconcierto
y de tu
madre un vendaval de lágrimas
que aún no
se detiene
tu alegría
la convirtieron en una
inmensa
desolación
y la
algarabía de mis horas
tramontando
la armonía de tu
risa se
deshizo en una perplejidad
que llevo
como un enigma que
aún no
logro descifrar
Y sin
embargo sobre tu amordazada
incertidumbre
tu derrumbada
certeza la
frágil estructura de
tus desencantos
se desenvuelve un ritual
de abrazos
que tu madre construye
desde la
cuenca de sus ojos hasta
alcanzar
tus párpados y dejar en
ellos cada
noche una cómplice
alumbrería
una sonata para percusión
un pianísimo
de amores para que en
en el
trayecto de tus días rotos
no olvides jamás vislumbrar
el
porvenir
mery sananes
29 de mayo del 2013
foto / michelino
Etiquetas:
MS El Libro del Chipili
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